lunes, 25 de abril de 2016

Encontrándome


Estaba buscandome en todas partes, en los libros, en los diarios, en las fotos... a través de una ventana abierta al paisaje más cercano... Me buscaba para entender quién era, qué quería, qué aparentaba...

Me buscaba para saber mi camino (si es que existía un camino), mi vida o mi posible destino... Era yo misma la que me buscaba para entenderme, para quererme.  
Me buscaba donde había mucha gente, me buscaba ocupando un lugar o simplemente siendo una más, me buscaba triunfando y me encontraba cayendo y volviéndome a parar, me buscaba con quien yo era feliz y con quien sufría... Me buscaba dudando de la vida, de la gente, de las descripciones de las cosas que nunca vi... Me encontré en varios lugares y en otros me sigo buscando. 
Me encontré llorando con una flor en la mano contando posibilidades, me encontré en un cielo lleno de verdades llorando mentiras, me busqué en los árboles sin hojas y me encontré volando ... Me busqué en mis amigos y me encontré en los errores de cada uno siendo un espejo, me busqué en mi familia y me encontré amando incondicionalmente... Me busque en los sentimientos y me encontré pérdida.  
Es necesario buscarse de vez en cuando para encontrarse y saber qué somos y a donde vamos, lo que queremos y para qué estamos. Me encontré rota en mil pedazos y también me encontré brillando.
Me encontré ciega desorientada, y firme en un camino incierto, caminando sin dirección hacia todas las direcciones bajo una luna imaginaria, bajo un cielo triste de estrellas rotas de amor. Me encontré desperdiciando valiosas lágrimas en personas que no me querían, en historias pasadas que no alcanzaron a tener un final concreto.
Me encontré en una sonrisa inmaculada, en un abrazo inesperado, en los consejos que ignoraba, en las palabras mágicas...  me encontré festejando triunfos anticipados, creyendo en miradas falsas, confiando en palabras de papel. Me busqué en cada cosa porque en todos lados a veces podemos encontrar una parte nuestra, algo que no sabemos que sí somos. Me busqué en la calle, en la lluvia y en el pasto... en la cuchara del café caliente, revolviendolo y chocando partículas liberando calor. Me encontré cerrando los ojos cuando mi alma estaba resignada, entregada al dolor, y abriéndolos en medio de algún sueño, casi real. Me busqué  en el amor y no me encontré amando. 
Tengo que encontrarme para dejar de buscarme,  para entenderme y comprenderme,  para aprenderme y elegirme,  para quererme...
porque si uno no se encuentra y no se quiere, si uno no se cuida y no se mantiene firme,  los que te encuentren primero van a lastimarte y así derrumbarte, y cuando ya estés en el suelo, en esa superficie tan dolorosa que uno a veces llega a tocar con todo su cuerpo... Ahí va a ser más difícil encontrarse en pedacitos y volver a armarse parte por parte.  Somos tan frágiles que nos dividimos y estamos en todas partes,  donde mires cada cosa de tu alrededor tiene algo tuyo,  mucho más que la huella de tu dedo,  mucho más que el olor de tu perfume,  mucho más que tu historia. En todas partes que te encuentres,  aunque no estés,  hay algo tuyo.

A veces es bueno buscarse para darnos cuenta que no nos estamos comprendiendo a nosotros mismos, que encontrarse es quererse,  es saberse, es sentirse.


Chari Ahumada.-

domingo, 17 de abril de 2016

1-2-3-4 no estás

Abro, cierro, abro, cierro... El mundo está igual, abro y cierro los ojos, cuento 1 2 3 4 todo está igual, vuelvo a cerrarlos.  Abro, cierro, abro, cierro...El mundo está igual, abro y cierro los ojos, cuento 1-2-3-4 todo está igual,  vuelvo a cerrarlos, los abro y el mundo está igual, el mundo no cambió, tal vez pasó solo un minuto, abro, cierro, 1-2-3-4, cierro.. Veo tu cara 1-2-3-4 abro,  veo el mundo, espantoso, real, lleno de artificios,  inmodificable, cierro 1-2-3-4 pienso tu nombre, abro miro el mundo y tu nombre en el mundo, cierro 1-2-3-4 abro desesperada y no estás. Cierro, pienso donde te fuiste, volves,  te quedas,  1-2-3-4  abro, desapareces,  te vas.  El mundo, tu cara, mis ojos,  las sábanas, mi almohada. Abro 1-2-3-4  cierro. Sonrió entre medio de mi lío,  de este lío,  esto-es-un-lío.  Desconcertante.   te pienso 1-2-3-4, 1-2... 3-4 abro, no estás,  cierro abro y no estás... Como un sueño.  No estás  como la realidad. Si estuvieras acá,  tal vez no cerraría y abriría los ojos para ver otra realidad en la que no estés,  porque esa realidad sería la que veo cuando cierro los ojos. Una  inexistente.  Cierro,  abro 1-2-3-4,  como la que veo ahora en la que no estás,  pero con los ojos abiertos.  Capaz si estuvieras acá...
Cierro,1-2-3-4 estás, abro: no estás.  Tal vez, en el sueño llegaría al número 5. Porque no haría falta repetir la acción para verte. 1-2-3-4...abro. 


Chari Ahumada.-

domingo, 10 de abril de 2016

Para justificar mi llanto

Yo ya me había dado cuenta, desde que me desperté el día estaba levantando sospechas de tormentas en mí. Capaz al mundo le gustaba contribuir a que me deprima un poquito cada tanto. Y Llovía. como mis ojos el cielo llovía.


A veces lloramos sin razones,  y a veces las razones son sólo una excusa ...  A veces llorar calma,  otras veces desespera. Lloramos de pena,  de felicidad,  de ira, de sentirnos vacíos, y tratamos de llenar eso con lágrimas.  

A veces buscamos la solución, y la solución está simplemente en el problema,  la respuesta en la pregunta y viceversa.. Hay días que queremos abrazar y no tenemos a quién,  hay otros en que estamos rodeados de gente y queremos estar solos... Porque sí, así somos... Patéticos,inconformistas, contradictorios. 


Nos equivocamos queriendo, porque sabemos que está mal pero de todas formas lo hacemos. Pero pienso que tal vez de eso se trata un poco la vida... Vinimos a tropezarnos,  a caer. A cometer errores y desesperarnos,  a correr detrás de algún sueño creyendo que no lo podremos alcanzar. Y cuando las cosas salen mal tratamos de aprender, pero no siempre aprendemos... Vinimos al mundo a  ser acomplejadamente perfectos, porque la perfección no es simplesa, lo simple es lo imperfecto, y somos tan acomplejados intentando perfeccionar que nos llenamos de defectos nosotros mismos y eso nos autentifica. 



Hay días en que la felicidad nos da respuestas de preguntas no planteadas,  y otros que la tristeza nos atrapa y nos da preguntas sin respuestas,   preguntas inventadas, preguntas imaginarias. 



No encuentro la razón de lo que me pasa hoy, quizá haya tantas que quiero juntarlas en una sola o tal vez haya tan pocas que ninguna me parece suficiente para justificar mi llanto. O quizá no existe, porque también está permitido llorar sin motivos. 



 Este escrito no tiene un final porque simplemente cuando lloramos no sabemos cuando terminamos totalmente de llorar,  porque a veces ya no estamos haciéndolo y en cualquier momento inesperado se nos escapa una lágrima  y empezamos de nuevo... 

Chari Ahumada.-